
Linux, te quiero... pero...
No puedo: cómo terminé en macOS sin traicionar mis principios Desde hace años, he sido fan de Linux. Me encanta su filosofía, su eficiencia, la forma en que puedo controlar cada aspecto del sistema, y cómo se adapta perfectamente a servidores, labs, contenedores y todo lo que huela a DevOps. Usar Core Shell, configurar redes con nmcli, automatizar cosas con Bash o montar entornos con Ansible en Linux es simplemente una delicia. Pero hay una verdad que me costó aceptar: en mi día a día, no he podido usarlo como sistema base. ...